Ideas sobre mitos en el aprendizaje de idiomas y la importancia de leer

From Antimoon Translation Project

Versión original: Thoughts on language learning myths and the importance of reading


En este excelente tema de foro de Robin-Michael-free en el Foro de Antimoon, wolf727 escribe sobre sus ideas sobre el aprendizaje de idiomas, las cuales son notablemente similares a las mías. Su comentario (traducido al español) es tan preciso y certero que siento que no tengo más opción que poner la mayoría del mismo aquí:

Cuando yo solía estar en Inglaterra yo solía decirle a mis clientes que iban a mudarse a España en ese tiempo, que si realmente querían aprender español que lo hicieran ahora. No esperen hasta que lleguen a España. Si ustedes son serios sobre eso, realmente serios, entonces empiecen ahora.



Hacerlo después significa que no tenías la intención de hacerlo realmente. Tienes que sentarte en tu cuarto, hacer algunos ejercicios de gramática básica ya que eres principiante, pero lo más importante es leer, leer, y leer. Leer es como consigues tu input. Todo lo demás está en segundo lugar; solo son extras.

Ellos se deprimieron cuando les dije eso. A ellos no les gustaba que se los dijera y no querían creerme, ya que eso significaba que tendrían que esforzarse. Ellos me miraban como si yo estuviese loco.

Lo mismo va para tomar cursos de habla en español para adultos por las tardes. Ellos piensan que decidir tomar un curso de español en una universidad significa que automáticamente, como por arte de magia, al final del curso podrán hablar “buen” español. Yo solía decirles que el esfuerzo real es cuando estás en tu cuarto leyendo en español.

Ellos se sientan en un salón de clases por dos horas y no estudian nada más en casa por el resto de la semana. El único momento en el que hacen algo en español es cuando están en clase, y allí todo lo que hacen es leer un párrafo en voz alta, escribir unas pocas palabras en su cuaderno, y ahí se acaba todo.

Yo solía decirles que les iría mejor simplemente estando en casa y leyendo por dos horas, buscando palabras en un diccionario grande. Inscribirte para clases en la tarde era solo una excusa para no estudiar de verdad.

Yo leí algo similar una vez. Se dictó un curso para aquellos que querían aprender a escribir una novela. El autor entró al salón de clases y preguntó: “¿Cuantos de ustedes aquí quieren aprender a escribir una novela?” Todos alzaron sus manos. Luego el preguntó: “¿Entonces que demonios están haciendo aquí? ¿Por que no están en casa, escribiendo?” Y al decir eso, él dio media vuelta y se marchó.

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